
Otros héroes frente al coronavirus
Ayer decenas de miles de pequeños comercios abrieron sus puertas en un intento de que la Covid-19 no se lleve sus negocios y con ellos, sus vidas y no pocos empleos.
Mientras, más de dos terceras partes del gobierno sigue desaparecida en combate, no se sabe nada de ellos. Otro tanto ocurre con los líderes y liberados sindicales, entre los que figuran muchos de los que hicieron oídos sordos a la solicitud de que se reincorporaran a sus puestos… La lista de desaparecidos incluye a cientos de miles de funcionarios que permanecen, en ese confinamiento que entontece, en sus casas sin que les afecte el teletrabajo ni los ERTEs.
Al final, este país es lo que es gracias a médicos y sanitarios, fuerzas de seguridad, bomberos, servicios de emergencia, protección civil, trabajadores de servicios esenciales, empresarios, de todos los tamaños, y sus empleados.
Ayer, al escuchar por la radio al dueño de una pequeña peluquería explicando los protocolos que estaba aplicando para dar confianza y seguridad a sus clientes, pensé que habrá que añadir a estos empresarios y a sus plantillas a la lista de héroes que se juegan la vida frente a la Covid-19. Nadie habla del enorme riesgo que correrán para salvar sus negocios y, con ellos, el empleo y la economía, a los que nuestros dirigentes han dado la espalda hace ya mucho tiempo.
Mientras, más de dos terceras partes del gobierno sigue desaparecida en combate, no se sabe nada de ellos. Otro tanto ocurre con los líderes y liberados sindicales, entre los que figuran muchos de los que hicieron oídos sordos a la solicitud de que se reincorporaran a sus puestos… La lista de desaparecidos incluye a cientos de miles de funcionarios que permanecen, en ese confinamiento que entontece, en sus casas sin que les afecte el teletrabajo ni los ERTEs.
Al final, este país es lo que es gracias a médicos y sanitarios, fuerzas de seguridad, bomberos, servicios de emergencia, protección civil, trabajadores de servicios esenciales, empresarios, de todos los tamaños, y sus empleados.
Ayer, al escuchar por la radio al dueño de una pequeña peluquería explicando los protocolos que estaba aplicando para dar confianza y seguridad a sus clientes, pensé que habrá que añadir a estos empresarios y a sus plantillas a la lista de héroes que se juegan la vida frente a la Covid-19. Nadie habla del enorme riesgo que correrán para salvar sus negocios y, con ellos, el empleo y la economía, a los que nuestros dirigentes han dado la espalda hace ya mucho tiempo.
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