Tú también, Bruto
La nueva política pone en valor lo peor de la vieja política. Prepotentes y sin pudor, sus líderes no esconden sus objetivos y rehabilitan la vieja máxima de que el fin justifica los medios.
O sea, que vale todo. Un día compartes cama con ellos y al siguiente te apuñalan por la espalda. No hay política, no hay ideología, no hay proyecto ni programa, lo único que interesa es hacerse con el poder y, una vez en él, actuar de manera sectaria, a favor de unos, los amigos, en perjudico de los otros, los que no lo son.
En este panorama, Pablo Iglesias es un activo tóxico que contamina, intoxica, degrada, corroe y corrompe y la moneda de cambio, el ácido que genera, es la ambición de unos políticos de segunda que quieren ser los primeros en agarrarse al cargo.
Iglesias militó en IU, luego la debilitó y depreció y hoy la ha comprado a precio de saldo. Algo parecido, comprar barato, hizo con las mareas y movimientos similares.
Ahora le toca al PSOE. Sus toxinas se han empezado a extender por las CCAA contaminando a unos dirigentes que en muchos casos soporta en el poder. Divide y vencerás y eso es lo que ha empezado a pasar. Detrás de Cataluña y Valencia irán el resto y el comité ejecutivo va a tener poco que hacer.
El argumento es bueno: obtener la mayoría en el Senado. Una vez conseguida, Iglesias hará un morphing y será Bruto. Acabará con el César Sánchez y, en gran medida con el propio PSOE.
O sea, que vale todo. Un día compartes cama con ellos y al siguiente te apuñalan por la espalda. No hay política, no hay ideología, no hay proyecto ni programa, lo único que interesa es hacerse con el poder y, una vez en él, actuar de manera sectaria, a favor de unos, los amigos, en perjudico de los otros, los que no lo son.
En este panorama, Pablo Iglesias es un activo tóxico que contamina, intoxica, degrada, corroe y corrompe y la moneda de cambio, el ácido que genera, es la ambición de unos políticos de segunda que quieren ser los primeros en agarrarse al cargo.
Iglesias militó en IU, luego la debilitó y depreció y hoy la ha comprado a precio de saldo. Algo parecido, comprar barato, hizo con las mareas y movimientos similares.
Ahora le toca al PSOE. Sus toxinas se han empezado a extender por las CCAA contaminando a unos dirigentes que en muchos casos soporta en el poder. Divide y vencerás y eso es lo que ha empezado a pasar. Detrás de Cataluña y Valencia irán el resto y el comité ejecutivo va a tener poco que hacer.
El argumento es bueno: obtener la mayoría en el Senado. Una vez conseguida, Iglesias hará un morphing y será Bruto. Acabará con el César Sánchez y, en gran medida con el propio PSOE.
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